Análisis de las ventajas que ofrecen los aisladores tipo “Line Post” en los sistemas de distribución

Introducción

El incremento en la demanda de energía eléctrica requiere que la capacidad de los sistemas de transmisión se pueda incrementar de una manera lógica. La construcción de los sistemas de transmisión a los niveles de voltaje existentes tiene un costo muy alto y en algunos casos, el derecho de vía adicional para construir una nueva línea no está disponible.

Una alternativa a la de construir nuevas líneas es la de incrementar la capacidad de las líneas existentes. Esto se puede hacer, operando las líneas existentes con una corriente más alta, o elevando el voltaje de operación de las mismas. Este último método es el que ocasiona menores costos, y es donde los aisladores tipo «line post» ofrecen muchas ventajas.

Aisladores de Distribución

El tipo más común de aislador utilizado en la construcción de líneas de distribución es el tipo pin o espiga. El aislador de pin, mostrado en la figura 1 puede tener una o varias faldas dependiendo del voltaje de utilización, teniendo además un agujero roscado, que es donde se introduce el pin o espiga para su montaje en la cruceta o poste.
El conductor y el pin de soporte están separados por una capa delgada de porcelana y las perforaciones son comunes durante las tormentas eléctricas. Otro problema es la interferencia en sistemas de radio y televisión, lo cual se puede corregir utilizando un esmalte especial en la parte superior del aislador. Además, se presentan problemas de corrosión en el pin, y los subproductos generados por la corriente de fuga hacen presión interna en la porcelana, provocando agrietamientos en la misma.

Los aisladores tipo «line post», que se muestran en la figura 2, ofrecen muchas ventajas para la operación de las líneas de distribución. Tal como se muestra, el aislador consiste de un cuerpo de porcelana con una base metálica cementada al mismo. Este tipo de construcción ofrece la ventaja de hacer trabajar a la porcelana a compresión, siendo su resistencia mecánica 20 veces mayor que cuando se trabaja a tensión. Además se aprovecha la expansión térmica de la porcelana cuando se trabaja a compresión.

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Fuente: boletines técnicos Gamma